Entre los iglos VIII y IX, el Ajedrez se conoció en Europa. Primero llegó a España, con la conquista de los árabes y posteriormente, gracias a las rutas comerciales, se fue conociendo en los demás países de ese continente.
Los países más aficionados durante la Edad Madia fueron España e Italia. Prueba del auge que tuvo y del interés que por él se sentía en España es el famoso "Tratado del axedrez, dados e tablas", del Rey Alfonso X el Sabio. Esta obra es considerada por los historiadores como el primer tratado de Ajedrez compuesto en Occidente, así como el texto más adecuado para estudiar sus orígenes y todas sus variantes.
El nombre de Shatranj evolucionaría hacia el término Al-Xadraz, después Axedrez y de ahí hasta el Ajedrez actual. Aparecen los nombres de las piezas medievales: Alfil (hasta hoy empleado en castellano), Roque (nombre de la Torre, se donde proviene la palabra enroque), Alferza (nombre que tenía la Dama en aquella época).
Los países más aficionados durante la Edad Madia fueron España e Italia. Prueba del auge que tuvo y del interés que por él se sentía en España es el famoso "Tratado del axedrez, dados e tablas", del Rey Alfonso X el Sabio. Esta obra es considerada por los historiadores como el primer tratado de Ajedrez compuesto en Occidente, así como el texto más adecuado para estudiar sus orígenes y todas sus variantes.
El nombre de Shatranj evolucionaría hacia el término Al-Xadraz, después Axedrez y de ahí hasta el Ajedrez actual. Aparecen los nombres de las piezas medievales: Alfil (hasta hoy empleado en castellano), Roque (nombre de la Torre, se donde proviene la palabra enroque), Alferza (nombre que tenía la Dama en aquella época).
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